Si fuera posible observar el
interior de nuestro despacho durante una semana, seguramente os encontraríais
con alguna 'sesión de trabajo' de tono elevado. Somos un equipo de gente que
tiene opiniones y los discutimos de manera franca, con un poco de coña o con mucha
vehemencia. Cada uno dice a los otros la verdad, ... su propia verdad,
obviamente. Y es así como salen a la luz las ideas de fondo. Consecutivamente progresamos
en nuestros proyectos.
Procuramos de cara al exterior
actuar con la misma honestidad con la cual nos enfrentamos entre nosotros en B01.
Con respeto, hay que poder valorar, criticar y denunciar la obra y las actuaciones
de los colegas. Desde el
primer post de nuestro blog, hasta el seminario The
Context of SOStainable Architecture en ROCA Gallery, hemos intentado no callar-nos
delante de lo que nos parece necesario decir en voz alta.
Esto no solo es un imperativo en
el momento de afrontar un proyecto, sino también a la hora de defender (...
re-definir, re-posicionar o lo que sea... ) la profesión del arquitecto. Tan
viciada como está, hace falta en este momento que seamos abiertamente críticos
para poder sanear las malas prácticas, de las que por ejemplo hace mención Anatxu
Zabalbeascoa en su blog.
Actualmente Lluís Domènech es
presidente de la asociación Arquitectes per
l'Arquitectura y allí el intenta ayudar a la profesión (más que a los
arquitectos, como el nombre AxA indica). A través de este vehículo el colectivo
intenta fomentar el debate y la discusión para sembrar una actitud francamente
crítica y auto-crítica. Es la única manera para reconquistar el respeto de la
sociedad.
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