lunes, 26 de julio de 2010

symbiosis

del griego: sym = juntos ; bios = vida
Era al ver nuestra querida obra del Semafor colgada en este pagina:www.makagreenbcn.com que tenía que pensar en un fenómeno, que vi el año pasado en Oaxaca, Mexico: el llamado ‘árbol amoroso’.
Algunas veces ocurre esto: hay una palmera, donde unos murciélagos anidan y como ellos se alimentan con semillas de la ceiba, sus excrementos hacen que en la copa de la palmera crezca una pequeña ceibita. Desde allí las raíces empiezan a envolver el tronco y al tocar tierra este envoltorio se convierte en una verdadera ceiba debajo de la copa de la palmera. A veces este ‘parasitismo’ mata al árbol original pero en el caso del ‘árbol amoroso’ no. El resultado es una convivencia extraña, bella, entre dos elementos tan diferentes.
En el caso del Semafor también ha sido una secuencia de casualidades, esfuerzos y suerte que han llevado al resultado final tan extraordinario. Y tal como en el caso de los árboles la unión de lo viejo con lo nuevo puede causar la muerte de lo viejo, en la arquitectura ha habido también muchos casos de rehabilitaciones desequilibradas y desafortunadas. Pero el abrazo que la rampa de madera hace al viejo pabellón en las dunas me recuerda más a este árbol tan interesante y creo que es un ejemplo de una verdadera simbiosis arquitectónica.


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