La asociación AxA ha organizado una excursión a las nuevas
estaciones de las lineas L9 y L10 del metro de Barcelona. En realidad se
trataba de una visita que mostraba como la arquitectura esta supeditada a la
ingeniería civil y a la tecnología del sistema. Por lo tanto resulta que saber
aprovechar y relacionarse adecuadamente con el contexto (los tamaños, el
ambiente tecnológico) es la llave para poder generar una bella arquitectura, al
servicio de la gente.
Los metros de la L9 y L10 van sin conductor y dan al
pasajero la oportunidad de percibir el túnel desde el frente del tren. El pozo
de la estación Llefià, con una altura libre de unos 30 metros, dejaba el gran espació, que Soldevila arquitectes han convertido en un paisaje subterráneo, donde
el pasajero experimenta una impresionante recorrido en ascensor.